
Cronista de San Diego: Grandes urbanismos han crecido desordenadamente
octubre 21, 2021Lo mejor de San Diego es su gente. Los habitantes son personas laboriosas y desde nuestros antepasados existían las haciendas como Cúpira, Portachuelo, Caracara La Cumaca y eran grandes cultivadores de naranja, pero la enfermedad de la tristeza acabó con ello.»
Por Thais Carrasco
«Recordar es vivir». Así empieza una célebre frase muy utilizada por la gente romántica y soñadora, y que rememora los inicios del municipio San Diego y su lindo pueblo, siempre rodeado de verdes y hermosas montañas que lo envuelven en una especie de nube encantadora.
De allí que ubicamos a la señora cronista del municipio San Diego, Rosario Yubitza Monasterios Piñero, quien nació y se crio en este hermoso punto de la geografía carabobeña. Fue designada por un jurado calificador integrado por Carlos Cruz, presidente de la Academia de la Historia, el padre Benito Ramírez, párroco de la iglesia Alcalá y La Candelaria, Evencio Díaz, Elis Mercado, ex-rector de la Universidad de Carabobo.
Así Monasterios Piñero renuncia al cargo de la Secretaría Femenina del partido Copei en Carabobo, para asumir los retos como cronista de San Diego, en sustitución del abogado Julio Centeno, quien había fallecido.
Con una amplia trayectoria en el quehacer político e histórico relata que laboró al lado del diputado Jorge Colmenares, quien fungía como presidente en la extinta Asamblea Legislativa del Estado Carabobo. Recuerda que, desde muy temprana edad, descubre su pasión por la narrativa y escritura de los sucesos y eventos que se suscitan en su hermoso pueblo. Y participa en forma activa y colabora en las fiestas patronales de La Candelaria, San Diego de Alcalá y San Dieguito. Además, organizó el Primer Reencuentro de Coleadores Veteranos.
Como diputada suplente, Rosario Monasterios, luchó arduamente hasta que logró con un grupo de colegas elevar la autonomía de San Diego, y también Los Guayos, Naguanagua y Libertador, eventos que ocurren entre los años de 1986-1993, durante la gestión del presidente Luis Herrera Campins. Y es durante el ejercicio del gobernador Henrique Salas Romer, cuando se firma el ejecútese. Así se le da paso a una nueva imagen a San Diego, pueblo de indio, decretado el 20 de febrero de 1604.
Monasterios Piñero tiene fijada su residencia en la calle Valencia 14-B, lugar donde nació. Vive con su hija Gabriela Fonseca de 32 años y quien es una profesional del derecho. Y en su casa mantiene una exposición permanente de las antigüedades del pueblo.
¿Qué es lo más bonito que tiene San Diego?
La cronista Monasterios responde en forma rápida y tajante y con una sonrisa a flor de piel dice «su gente, es muy bonita. Los habitantes de acá son personas trabajadoras, humildes y con una gran solidaridad y vocación de servicio. Toda la gente es laboriosa y desde nuestros antepasados existían las haciendas como Cúpira, portachuelo, Caracara La Cumaca y eran grandes cultivadores de naranja, pero la enfermedad de la tristeza acabó con ello.»
Resalta que los grandes urbanismos han crecido en forma descontrolada. No ha habido planificación y esto ha conllevado, a que existan problemas con los servicios públicos, que se han colapsado.
Al asumir los retos de cronista, no solo ha escrito libros sobre la historia del municipio, sino está realizando microprogramas, donde se resalta el devenir del pueblo, con sus tradiciones, sus costumbres, sus leyendas.» Estamos dejando huellas, es mi estilo y con humildad trato de llegar a la gente del municipio San Diego», dijo para concluir Rosario Monasterios