
Carlos Daniel Sánchez de prospecto a entrenador de béisbol
octubre 22, 2021En el 2012 una semana antes de firmar con los Rockies de Colorado, se lesionó el manguito rotador. Tenía para entonces 15 años y la única oportunidad de recuperarse era una costosa operación, pero sus padres no tenían los recursos económicos
MH
En Venezuela el béisbol da para todo. Es el deporte que tiene más fanáticos, el que genera más pasión y el que mantiene el sueño de miles de niños y jóvenes que sueñan con llegar a las Grandes Ligas.
Ese era el sueño de Carlos Daniel Sánchez Pacheco, un pitcher que prometía un mundo. Pero en el 2012 una semana antes de firmar con los Rockies de Colorado, se lesionó el manguito rotador. Tenía para entonces 15 años y la única oportunidad de recuperarse era una costosa operación, pero sus padres no tenían los recursos económicos y se convirtió en una lesión irreversible de la cuál no pudo recuperarse y acabó con su carrera.
-¿A tu edad fue una frustración enorme?
“Sí, pero con el tiempo pude comprender que pese a mi corta edad, mi carrera fue una bonita experiencia, ya que aprendí mucho sobre este deporte, compartí con mucha gente profesional que me enseñaron muchas cosas, que me han ayudado con mi trabajo, tanto con la academia que estoy formando y con los niños en la escuela de La Esmeralda de Béisbol Menor donde trabajo”.
Pesé a su corta edad Carlos Daniel tiene la personalidad suficiente para ganarse el respeto de los niños y jóvenes tiene tanto en la academia que está formando como con los de La Esmeralda, escuela que es toda una institución en Carabobo
-¿Cómo surgió lo de la academia?
“Siempre ha sido un sueño que he tenido de formar una academia y poder ayudar a muchos peloteros. Gracias a Dios vamos poco a poco y espero que en uno o dos años la podamos consolidar”.
-¿Qué le aportaría la academia a los jóvenes?
“Yo quisiera que fuera una academia completa: con psicólogo, su alimentación, una enseñanza completa que incluyera el aprendizaje de otro idioma y todo lo que conlleva que sean unos excelentes profesionales en un futuro”.
-¿Qué charlas le da a los niños que van entrando a la academia?
“Me gusta motivarlos, decirles que la parte mental es fundamental en este deporte. Este deporte es 80% mente y 20% físico”.
-¿Qué buscan los padres cuando llevan a un niño a una academia?
“Con respecto a lo que buscan los representantes, todo depende, porque hay muchos que buscan el beneficio a sus hijos, que los atiendan bien, que sus hijos estén seguros en esos sitios. Otros llegan con la esperanza que sus hijos en algún momento puedan firmar para un equipo profesional”
-¿Qué factores inciden a que un pelotero sea firmado por una organización profesional?
“Tiene que ver mucho con su físico, con sus herramientas que son cinco: fuerza, velocidad, destreza, habilidad y la mentalidad que es lo más importante para los peloteros, y si el muestra esas cinco herramientas a parte de su talento y que no ocurra imponderables en su formación tienen muchas posibilidades de ser firmados”.
-¿Cuánto tiempo tienes con la academia?
“La academia como tal la estoy formando, tengo poco tiempo, yo diría todo lo que va del año, trabajando con peloteros poco a poco y ayudándolos, y con lo poco que he podido darles, sobretodo mi dedicación, sé que poco a poco se van a ir dando las cosas”
-¿Cuántos días a las semana entrenan?
“Entrenamos de lunes a viernes, ahorita conseguí un campo, que puedo trabarlos una a dos horas, porque tengo más que tengo son lanzadores, porque yo quiero formar una academia más que todo con lanzadores, ya que es mi fuerte”
-¿Cuántos peloteros han firmado?
“En la escuela de la Esmeralda, donde yo trabajo han firmado 8 peloteros. Eso es una gran satisfacción y alegría para los entrenadores, ya que es un joven que ha dado un paso muy importante para su carrera”
Se puede decir que Carlos ha vivido y vive para el béisbol. A los 15 años era todo un prospecto, un lanzador zurdo que todos los equipos lo querían. Pudo frustrarse para siempre, refugiarse en lo que pudo ser y no fue. Pero el amor por este deporte le dio fuerza para seguir adelante. Ahora va en busca de otro sueño. Tener su propia academia y generar en los niños y jóvenes que están a su cargo esa energía que lo llevó a ser un gran prospecto.